Era casi mitad del segundo tiempo cuando la selección peruana dominaba la pelota en medio del campo e intentaba empatar el gol que, de manera temprana, Ecuador anotó. Luis Advíncula tenía la pelota y sacó un pase preciso para Edison Flores, que llegaba por el sector izquierdo de terreno de juego. Así fue como, el popularmente llamado “Orejas”, apareció y, con precisión, igualó el marcador. ¡Salté, grité de la emoción, abracé a más peruanos que no conocía!…
Hace unos días celebraba el gol de Perú en un país vecino, Colombia. Recuerdo que mientras celebraba tomé conciencia de que, alrededor mío, hermanos colombianos, no celebraban como yo, pero respetaban el goce peruano haciendo silencio, aplaudiendo o sonriendo. ¡Qué grata sorpresa la que me di!
Nelson Mandela lo dijo: “El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas… Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar barreras raciales”. Recordé brevemente como el Hub tiene el mismo “poder” de unir, de convocar a las diferentes empresas mineras a sumar esfuerzos, competencias y habilidades, mediante una serie de trabajos en colaboración e interacciones que les permiten alcanzar juntos un propósito común. Es sumamente valioso y elogiable el cómo las diferentes mineras ponen a disposición de las otras: sus experiencias, los proveedores con los que trabajan, contactos, espacios, visitas y, sobre todo: APRENDIZAJES.
Y creo que ese es un gran diferencial del Hub, que no sería posible sin ese espíritu y cultura de “avancemos juntos, como sector y no solo como empresa” que tienen las socias. Ejemplo de ello, hace no mucho: Nexa, Hudbay y Poderosa conversaban de cómo superar barreras que impedían la comunicación asertiva con sus respectivas comunidades y Poderosa propuso compartir el cómo ellos habían logrado superarlas en cierta medida. Otro caso similar se dio en el marco de una iniciativa de economía circular que busca revalorizar los relaves, se requería un contacto de alguna agencia logística aduanera y Nexa se ofreció a compartir su contacto, así como ayudar en el armado de una guía de exportación basada en su experiencia para que sea de utilidad de las otras mineras participantes del proyecto. O Hudbay y Buenaventura, poniendo a disposición su apoyo para conectar a mujeres de sus comunidades aledañas con el objetivo de fortalecer capacidades aprendidas de confección y emprendimiento en el marco de un proyecto de innovación social que llevaron juntos. O Minsur y Antamina, proponiendo compartir sus experiencias en transformación digital. Y así, podría seguir mencionando un largo listado de acciones que surgen por iniciativa de las mismas empresas mineras y son canalizadas por el Hub al promover el ejercicio de “escuchar experiencias” como invaluable fuente de información para innovar. Pero quiero poner en relieve ese mindset que quizá diferencia al sector de los otros: la economía de colaboración prima por sobre la de competencia, lo que al fin y al cabo genera un win-win y permite que el sector se consolide en el país como atractivo para invertir.
En estos tiempos difíciles toca ponerse la camiseta y dejar “la piel” en la cancha; dar pases precisos, controlar la pelota, conducirla con técnica y precisión para finalmente traspasar el arco contrario y anotar. Gritar ese gol y saltar juntos por el triunfo del sector: “¡Gooooooooooooooooooooooooooooooooooool minero!”.
Por: Valeria Sosa
Ejecutiva de proyectos en el Hub de Innovación Minera del Perú
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