El Perú es un país de enorme potencial geológico, lo que lo convierte en el segundo productor de plata, cobre y zinc a nivel mundial, así como en el primer productor de oro, zinc, estaño, plomo y molibdeno en América Latina (Minem, 2021). Por ello, es reconocido a nivel internacional como uno de los países referentes en el sector, lo cual ha impulsado la inversión, producción, exportación y, en consecuencia, el aporte del 10 % en promedio del PBI nacional, la contribución con el 60 % de las exportaciones nacionales y el 23 % de la inversión extranjera directa (La Contraloría, 2021). Sin embargo, y por su gran alcance, la minería deja su huella en riesgos y peligros asociados a los Pasivos Ambientales Mineros (PAM), que se definen como aquellas instalaciones, efluentes, emisiones, restos o depósitos de residuos producidos por operaciones mineras, abandonadas o inactivas. De hecho, a septiembre del 2020, suman 7956 PAM incluidos en el inventario aprobado por el Ministerio Energía y Minas, lo que genera una preocupación, más aún si no se identifica la responsabilidad ya que esta recaería en el Estado.
En materia regulatoria, el Perú es uno de los pocos países de la región que cuenta con un marco normativo específico sobre PAM, pero a pesar de ello, todavía no se ha logrado un cambio significativo. Esta problemática demanda diferentes mecanismos de remediación, tratamiento y, pensando fuera de la caja, revalorización, lo que incurriría en el aprovechamiento de este tipo de material alineándolo al objetivo de economía circular que tienen algunas empresas mineras.
Las empresas socias del Hub han visibilizado esta urgencia y están en un trabajo continuo y articulado con la finalidad de revalorizar relaves, botaderos y lodos producidos en sus operaciones. Ejemplo de ello, las empresas Nexa, Buenaventura, Poderosa y Southern Peaks Mining vienen participando en una iniciativa, que tiene de base la colaboración, llamada “Revalorización de Relaves para la economía circular”, un esfuerzo conjunto y colaborativo junto a actores nacionales e internacionales que aborda tres grandes frentes: (I) disminución del impacto ambiental, a través de la valorización de residuos mineros; (II) instalación y fortalecimiento de capacidades en comunidades aledañas que incluye la generación de empleo; y (III) uso de la investigación aplicada en economía circular, en un esfuerzo multiactor liderado por la academia. En las siguientes líneas un resumen de sus etapas:
El proyecto inicia con el análisis y caracterización de los PAM, para ello cada empresa minera envía relave o botadero a una unidad de investigación. El análisis concluye con un informe sobre si existe o no la oportunidad de revalorizar los residuos analizados, junto a ello, las características técnicas locales y el equipamiento que se necesitaría para instalar una planta de producción en comunidades del nuevo producto. Después, pasamos a la etapa de transferencia de capacidades, en donde la unidad de investigación se encargaría de transferir el conocimiento a alguna entidad de desarrollo técnico local, puede ser alguna universidad aledaña a la región de implementación, esta entidad tendría la labor de capacitar tanto en lo técnico productivo como en lo comercial. En paralelo, se buscaría financiamiento y apoyo local, todo este trabajo con el objetivo de manejar desde las comunidades una planta de fabricación de materiales sostenibles. Por último, se escala el emprendimiento a nivel industrial, y se fortalece el eje productivo y el comercial. Esta etapa incluye la capacitación en el uso de nuevos productos a posibles empresas del rubro que quieran innovar comercializando productos surgentes de una economía circular.
Así como esta iniciativa, son diversas las acciones que vienen desarrollando las empresas mineras con el objetivo de revalorizar sus relaves. Otro caso similar es el de Poderosa, que apoyó a inicios del 2020 a Antony Aguedo, tesista de la PUCP, quien propuso una investigación de revalorización de relaves con polímeros, actualmente vienen culminando la etapa de laboratorio con excelentes resultados y en breve entran a etapa piloto para usar relave como el 90 % de insumo para fabricar ladrillos. O el caso de Nexa, quienes han accedido a beneficios tributarios del estado para desarrollar un proyecto que convierte relaves en cemento para uso en shotcrete de su propio socavón; y así, diferentes iniciativas que se irán compartiendo en el nuevo espacio diseñado por el Hub exclusivamente para la temática “MesaHub Relaves”. Este será un espacio de compartir que actuará como punto de encuentro de profesionales interesados en la temática, de las diferentes empresas socias del Hub, en el que periódicamente se reunirán para definir y caracterizar sus retos, conectar con innovadores y expertos, y plantear proyectos colaborativos. Ya que como saben, consideramos el compartir como invaluable fuente de información para las innovaciones que van desarrollando nuestras socias.
Finalmente, sabemos que el nivel de información, conocimiento y tecnología requerido para construir este escenario de economía circular requiere de continuo esfuerzo y colaboración, por lo que son valorables los esfuerzos promovidos y esperamos pronto contarles mayores avances y los esperados resultados.
Por: Valeria Sosa
Ejecutiva de proyectos en el Hub de Innovación Minera del Perú
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