Llegamos a primera hora de la mañana al aeródromo de Chagual, ubicado en la provincia de Pataz, a 320 km de la ciudad de Trujillo, en el departamento de La Libertad. El clima era templado, se sentía que nos íbamos alejando cada vez más de la gris Lima. Treinta y cinco minutos en avioneta y 1 hora en camioneta fue el tiempo que llevó llegar al campamento minero “Paraíso”, poco después entendimos el porqué del nombre.
Verde por donde se mire y flores de todos los colores nos recibieron en un día cálido y seco, el clima perfecto para tratarse de una mina, generalmente estas están ubicadas en zonas altas y frías, pero esta vez no era el caso. Así inició nuestra visita a una de nuestras empresas mineras socias en el marco del retorno a la presencialidad para participar en su famosa “Semana de la Calidad”.
Dicho evento se lleva a cabo desde 1999, es decir, van siendo 23 ediciones en las que Poderosa reconoce el esfuerzo, creatividad y gestión de los equipos participantes a los que llaman CMC: Círculos de Mejoramiento Continuo y EDT: Equipos de trabajo, lo que diferencia a uno de otro es que el primero corresponde a un área de la empresa mientras que el segundo involucra a personas de distintas áreas.
La Semana de la Calidad busca distinguir y reconocer a los trabajadores que desarrollan y ejecutan proyectos que impactan directamente en su productividad, seguridad y sostenibilidad utilizando la herramientas de calidad como el PHVA (P: Planear, H: Hacer, V: Verificar y A: Actuar) y COLPA (C: Clasificar, O: Ordenar, L: Limpiar, P: Prevenir y A: Autodisciplina), ambas metodologías forman parte de la cultura de calidad que tienen todos los trabajadores de Poderosa, quienes participan con mucha emoción de este espacio no solo para intercambiar experiencias y conocimiento sino también para encontrarse en un ambiente ameno y de celebración. Asimismo, se promueve la inserción de estas metodologías a los contratistas y comunidades aledañas para tener una cultura íntegra. La Semana de la Calidad concluye con la entrega del “Minero de Oro” para el primer puesto y el “El Minero de Plata” para el segundo puesto, bellas estatuillas que los ganadores van coleccionando en memoria de sus triunfos.
Nuestra visita también incluyó un recorrido completo de la planta Marañón, en la que observamos cómo recuperan el oro con diversos procesos que incluyen la lixiviación y cianuración, lo que consigue recuperaciones de mineral por encima del 92 %. Por otro lado, observamos cómo los residuos son almacenados en pozos de relave, y el agua utilizada en todo el proceso recircula una y otra vez por la planta para evitar la contaminación y aprovechar al máximo este recurso hídrico. Finalmente, visitamos su planta de tratamiento de agua en la que vienen probando una tecnología alemana, iniciativa que resulta de la conexión entre empresa minera e innovador, promovido por el Hub.
Definitivamente, fue anecdótico el poder observar los preciados lingotes de más de 20 kg e incluso cargarlos (mis clases de crossfit dieron resultados). Haciendo una reflexión, detrás de este pesado pero brilloso lingote se encuentra el trabajo arduo de cientos de personas, no solo de la empresa minera, sino también de la ilimitada cadena de valor que el sector tracciona; la articulación con diversos actores de gobierno, comunidades, empresas; el desarrollo de estrategias de crecimiento; y, sobre todo, valiosas fuentes del tan ansiado mineral en tierras peruanas que lucen como el paraíso.
Valeria Sosa
Ejecutiva de Proyectos del Hub de Innovación Minera del Perú
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