“¿Qué tienen en común el petróleo, el plástico y la radioactividad en el océano? Que son problemas causados por el hombre bajo el control de fuerzas naturales. Si tenemos la capacidad de crear estos problemas, también la tenemos de solucionarlos”. De esta manera abre su charla Cesar Harada, diseñador que, allá por el año 2010, estaba trabajando en el desarrollo de tecnologías para limpiar derrames de petróleo en el MIT cuando ocurrió el desastre ecológico en el Golfo de México causado por el derrame de Deepwater Horizon.
Uno imaginaría que esta historia seguiría su curso en el renombrado instituto de tecnología con la obtención de una sofisticada solución. La historia es un poco diferente y mucho más inspiradora. Después de una visita al lugar del desastre, Cesar entendió que la innovación en la que estaba trabajando tomaría tanto tiempo como interesante era la tecnología que planteaba y que, probablemente seguiría el curso regular de patente – transferencia – ingreso al mercado. Esto, además de requerir tiempo frente a un problema que requería una solución a corto plazo, no garantizaba que el producto resultante pudiera tener un uso acorde al de una respuesta ambiental: fácil acceso y rápido despliegue.
César renunció al MIT y decidió emprender la búsqueda de una solución más sencilla, una que aprovechara esas fuerzas naturales que tomaban control del esparcimiento del petróleo para facilitar la recolección del material; así, usaría la antigua técnica de navegación con velas y mejoraría el control moviendo el timón al frente para facilitar el barrido y arrastre de una línea larga y pesada. Pero eso no fue lo único ni lo más importante, la magia ocurrió cuando empezó a publicar en línea sus resultados. Desde otras partes del mundo empezaron a contactarlo y a plantear mejoras, desde colocar más timones hasta hacer un bote completamente flexible. Se creó Open hardware for the Ocean, una plataforma de data abierta, disponible para que todos los interesados aportaran en el desarrollo de mejores prototipos, con dos condiciones: se respeta el nombre del proyecto “Protei”, para el crédito respectivo, y se comparten los avances.
Ese 2010, no muy lejos del MIT, la NOAA (National Oceanic Atmospheric Administration) desarrolla GNOME, una herramienta de modelamiento para estimar el comportamiento del derrame y anticipar acciones. Esta herramienta es de código abierto a través de Git Hub, facilitando la contribución de la comunidad de modelado de derrames de petróleo. Un mismo problema, dos soluciones innovadoras, un mismo enfoque colaborativo para avanzar más rápido.
Este 2022 inicia con el mayor desastre ecológico del país y con una 3.ª ola del covid hipercontagiosa, y nos recuerda que tenemos grandes desafíos por delante. El calentamiento global y la alteración de hábitats naturales que generamos hoy tienen, y sobre todo tendrán, consecuencias. Refraseando a Cesar Harada: si generamos estos problemas, también tenemos la capacidad de solucionarlos, pero para pasar de capacidad a realidad, debemos trabajar juntos.
Por: Pamela Antonioli
Gerenta general del Hub de Innovación Minera del Perú
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