En la minería, los datos se han convertido en un nuevo mineral. Están en todas partes: en los sensores que miden la operación, en los reportes de mantenimiento, en los sistemas de gestión y hasta en los correos que cruzamos a diario. Pero, así como los minerales deben extraerse, procesarse y cuidarse, los datos también necesitan una gestión responsable y segura.
Durante años, el foco estuvo en proteger la infraestructura física; hoy, los riesgos se trasladaron al mundo digital. Ataques de ransomware, fugas de información o interrupciones en sistemas críticos son amenazas cada vez más frecuentes. Sin embargo, detrás de la tecnología hay algo más profundo: la confianza.
Hablar de ciberseguridad no es solo hablar de firewalls y contraseñas. Es hablar de cultura, de cómo las personas entienden el valor de la información que manejan y de cómo las organizaciones construyen entornos seguros donde compartir conocimiento no se convierta en una vulnerabilidad.
En el desarrollo de la Hoja de Ruta de Transformación Digital del sector minero, este tema cobró especial relevancia. Las empresas participantes identificaron la ciberseguridad y la gobernanza de datos como proyectos habilitadores: condiciones necesarias para que cualquier iniciativa digital pueda avanzar de manera sostenible. Sin resguardar los datos ni definir reglas claras sobre su uso, la transformación digital pierde base.
La ciberseguridad y gobernanza de datos no significa controlar o restringir, sino darle sentido al uso de la información. Implica definir quién la necesita, para qué y bajo qué condiciones se comparte. Es lo que permite convertir los datos en conocimiento útil y confiable.
Cuidar los datos no es frenar la innovación, es garantizar que pueda seguir creciendo con confianza.
Pía Torres Osores
Gerente de innovación del Hub de Innovación Minera del Perú
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