Hace poco me invitaron a participar del evento Innova Latam a realizarse a fines de octubre de este año en Cartagena y, durante una llamada de coordinación, tuve el placer de conocer a Hitendra Patel. Hitendra es co-fundador de Hult Prize y director ejecutivo de IXL Center, empresa global de consultoría en gestión de innovación con sede en Cambridge, Massachusets, en Estados Unidos, que es la organizadora del evento. La conversación fue tan enriquecedora que busqué su participación en TEDxSomerville para escuchar más.
En esta charla él habla de cómo antes, cuando las corporaciones se proyectaban al futuro, este solía aparecer un poco más tarde de lo esperado, mientras que hoy, el futuro es más incierto y/o llega antes de lo pronosticado. Así, necesitamos de un mayor número de grandes innovadores, definidos por Patel como “aquellos que tienen la capacidad de conectar puntos más rápido y mejor”, lo que nos lleva a cuestionarnos si estas personas conectan puntos más rápido porque tienen más puntos que los ayuden a vislumbrar las conexiones o si tienen alguna metodología o técnica que les permite conectar de manera más eficiente los puntos.
En la búsqueda de respuestas, realizó un experimento en el que puso a grupos de estudiantes a generar ideas para las grandes corporaciones globales. Para el asombro de los CEO, algunos grupos pudieron presentar ideas que coincidieron con proyectos que las empresas tenían en su portafolio y otros superaron esos proyectos. ¿Cómo fue posible si los estudiantes sabían poco o nada de estas industrias? Porque, por un lado, el experimento requirió que los estudiantes salieran a buscar puntos, desde conversaciones con las empresas hasta películas de ciencia ficción y, por otro lado, el experimento cuestionó las primeras conexiones de puntos, obligándolos a desconectar y reconectar varias veces. Este experimento revela que detrás de los momentos Eureka hay mucho trabajo, para el cual necesitamos desarrollar ciertas habilidades blandas.
El tema de la educación siempre me ha apasionado y cuando escucho casos como este no puedo evitar pensar en si el sistema educativo está preparado para formar personas con estas habilidades blandas. A continuación, un par de ejemplos contundentes que he recogido de algunas conversaciones:
- Desde que entramos al sistema educativo se nos evalúa a través de notas individuales, como si nuestro buen desempeño dependiera sólo de uno mismo. Nada más ajeno a la vida laboral y no laboral, nada más ajeno a lo que necesitamos como sociedad para abordar los grandes desafíos y generar valor compartido.
- El sistema educativo castiga el error. Qué diferente sería si lo usáramos como herramienta de aprendizaje, si nos obligara además a salir de la caja, a conectar y desconectar y reconectar.
Este mes he tenido la oportunidad de participar en 3 eventos dirigidos principalmente a jóvenes: la Feria de Carrera – Talentos tech con Nexa & AWS, el Congreso de Técnicas de Minería e Innovación en la Universidad Andina del Cusco y la III Cantera de Talentos del IIMP. En todos abordo la importancia de estas habilidades esperando contribuir con la democratización de la innovación, esperando que los jóvenes entiendan que el desarrollo de estas habilidades es indispensable para que lleguen ser agentes de cambio en nuestra industria, nuestro país y la sociedad en general.
Pamela Antonioli
Gerente general del Hub de Innovación Minera del Perú
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